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Astronomía,
la madre de todas las ciencias... |
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Parte II: |
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Foto de familia... |
Si miramos el cielo en una noche
sin nubes y tratamos de ver lo que se nos ofrece, entramos en el campo
de la astronomía, la madre de todas las ciencias. Y así es, la ciencia comenzó
a nacer cuando, hace algunos miles de años, alguno de nuestros antepasados
comenzó a notar ciertas regularidades en el movimiento anual de las estrellas
en esos cielos extraordinarios, libres de contaminación, que existían en
aquella época...
Y qué podemos ver en el cielo?
Aquí, en el Hemisferio Sur,
tenemos un cielo riquísimo, lleno de maravillas naturales, que se enriquece aún
más con esas otras maravillas que son los satélites artificiales. Trataremos de
describir y ubicar algunos astros, constelaciones y satélites que pueden verse
con cierta facilidad a simple vista y en distintas épocas del año. Así que,
asomémonos un rato al patio, al balcón o a la terraza...
* No, no es necesario un telescopio para comenzar a
conocer el cielo. Ya tenemos lo principal: ¡los ojos! No necesitamos otra cosa
para aprender como están situadas las constelaciones
y para distinguir los planetas más brillantes. En realidad, si no sabemos
previamente qué queremos mirar, para que nos serviría un telescopio?... Pero a medida que vayamos aprendiendo cosas acerca del
cielo y sus maravillas, llegará el momento en que nos hará falta por lo menos
un buen par de binoculares.
* Tan importante como alzar la vista
hacia el cielo, es leer acerca de Astronomía. Así sabremos qué estamos mirando
y comenzaremos a comprender lo fantástico que es el Universo del cual formamos
parte. En el índice que está arriba encontraremos la ruta a un listado de
"Libros sobre Astronomía" en español.
* ¿Por qué usar
binoculares o telescopios? Una razón es porque permiten ampliar la imagen de
los objetos que enfocamos, que dependerá de cuántos aumentos tenga el instrumento. Pero otra poderosa razón es que
permiten que mucha más luz llegue a nuestros ojos y nos permitan ver cosas
demasiado débiles como para poder percibirlas a simple vista. Esa capacidad de
captar la luz dependerá de la superficie que tenga el objetivo del instrumento
(objetivo = la abertura que apunta hacia el objeto que queremos ver). Por
ejemplo, nuestros ojos captan la luz a través de la pupila, en el centro del
ojo. Supongamos que la pupila tenga 6 mm de diámetro; entonces su superficie
será S = Pi x radio**2 (Pi es igual a 3,14; radio es la mitad del diámetro o
sea 3 mm; radio**2 es radio al cuadrado, o sea 3 x 3 = 9). Así que S =
3,14 x 9 = 28 (no consideramos los decimales). Supongamos ahora que usamos
binoculares con objetivos de 40 mm de diámetro; entonces S = 3,14 x 20**2 = 3,14
x 400 = 1256. El aumento en la cantidad de luz que captaremos con los
binoculares en comparación con el ojo desnudo será 1256/28 = 45. O sea 45 veces
más, lo que nos permitirá ver estrellas débiles invisibles a simple vista. Y si
construimos un telescopio reflector de 16 cm de diámetro (bien al alcance de un
astrónomo aficionado con paciencia), calculen cuánta más luz se podrá captar...
Otro beneficio es que a mayor diámetro del objetivo, mayor capacidad para ver
separados objetos que están muy cercanos entre si.
Para guiarnos en la inmensidad
del cielo estrellado, necesitaremos un mapa. Pero al girar nuestro planeta en
torno al Sol, el cielo que vemos será un poco distinto cada noche. Por ejemplo,
las estrellas que vemos esta noche estarán detrás del Sol dentro de seis meses.
Por eso es que en los libros de astronomía para aficionados suelen aparecer
esos mapas para cada mes del año.
Algunos sitios en los que
conseguiremos mapas del cielo son los siguientes:
skytonight.com Allí debe buscarse "Observing/Interactive sky chart/Click here to open...". Luego habrá que especificar desde
que ciudad se está observando el cielo y seguir las instrucciones hasta llegar
al mapa que necesitamos.
www.skymaps.com/, mapas del cielo para cada mes del año
y para cada hemisferio, que pueden imprimirse. Con cada mapa se suministra
información sobre la identificación de planetas, estrellas brillantes,
constelaciones y cometas (cuando hay alguno visible). En inglés.
oamm.50megs.com, del Observatorio
Astronómico Municipal de Mercedes (Prov. Buenos Aires, Argentina), donde
aparece el mapa del cielo correspondiente a esa ciudad.
www.cielosur.com/
Este es un excelente sitio para el astrónomo aficionado, conteniendo una gran
cantidad de información relacionada con aspectos históricos, observacionales y
experimentales de la astronomía, además de los mapas que necesitemos.
www.surastronomico.com
Aquí puede conseguirse un excelente mapa semanal del cielo, adecuado al lugar
en el que nos encontremos.
heavens-above.com
En este sitio hay que registrarse para poder acceder a un mapa del cielo o para
saber cuándo se puede ver la ISS (International Space Station), como se explica
más abajo en "Satélites artificiales a simple vista...".
Y ya tendremos algo para no
perdernos en esos cielos. Es necesario ubicarse según los puntos cardinales
indicados: Norte, Sur, Este, Oeste (West en inglés), levantar el mapa sobre
nuestras cabezas (como superponiéndolo en el cielo) y ayudarse con una linterna
(y con un buen pullover en invierno o repelente para mosquitos en verano...).
* La distancia angular. Otra cuestión importante es como referirse a la
distancia entre dos estrellas que estemos viendo en el cielo. ¿Como le decimos a un amigo que mire esa estrella que está
un poco hacia el Norte de la Luna, por ejemplo? ¿Cuanto
es "un poco"? El problema se resuelve refiriéndose a la distancia
angular que hay entre dos astros, o sea, el ángulo en grados que forman las
líneas imaginarias que van desde nuestros ojos hasta cada uno de los astros.
Estiremos un brazo con el puño cerrado y miremos con un ojo más allá del puño:
dos estrellas que aparezcan separadas por el ancho del puño estarán a unos 10
grados de distancia entre sí. Una mano completamente estirada será
equivalente a unos 20 grados y el ancho de una uña equivaldrá a 1 grado,
siempre con el brazo estirado. De esa manera podremos referirnos con bastante
precisión a las distancias relativas en el cielo nocturno.
Qué vemos
en el cielo durante este mes? (julio, agosto de 2022 desde la ciudad de
La Plata, Argentina)
Incluiremos en esta sección solo
algunos de los objetos más notables que pueden ser vistos con facilidad.
Mencionaremos los planetas que estén visibles, las constelaciones,
que son agrupaciones de estrellas con nombres que vienen desde la antigüedad y
que aparecen escritos en latín en los mapas del cielo, algunas estrellas
muy notables y también los satélites (la Luna, los satélites
artificiales).
Los planetas visibles en cada
noche aparecen en los mapas que pueden bajarse de la dirección www.skymaps.com,
mencionada más arriba en "Un mapa del cielo".
Pero la mejor manera de ubicar
a los planetas es ver una imagen del cielo para el día y la hora deseados
mediante el programa Stellarium, mencionado en la
sección "El planetario en casa". Para facilitar la tarea, en esa
imagen puede superponerse una linea imaginaria, que
es la ecliptica, sobre la cual en apariencia se
mueven los planetas.¡Realmente
vale la pena descargar ese programa y aprender a usarlo!
Saturno, con su característico color
amarillento, será visible aproximadamente desde las 20 hs.
sobre el horizonte Este del cielo. Aparecerá cada vez más temprano con el
correr de los días.
Uno de los planetas mas grandes de nuestro sistema solar, Saturno es
quizás el más popular debido a los inmensos anillos que lo rodean y cuya
existencia fuera ya mencionada por Galileo en 1610, aunque los telescopios de
la época eran demasiado imperfectos como para ver los anillos claramente. En
realidad, ver los anillos con cierta nitidez requiere un telescopio cuyo
objetivo tenga al menos 7 u 8 cm de diámetro. Cada 15 años, aproximadamente,
los anillos se ven exactamente de costado y es muy difícil verlos.
Además de los anillos, formados
por millones de trozos de roca (con tamaños estimados entre algunos centímetros
y 5 metros), Saturno tiene nada menos que 61 satélites con órbita comprobada.
Entre ellos se encuentra Titán, uno de los tres satélites más grandes del
sistema solar, tan grande como el planeta Mercurio!
Otros dos satélites gigantes, con tamaños parecidos, son Ganimedes y Calisto,
en la órbita de Júpiter.
Júpiter ,siempre muy brillante, será claramente
visible sobre el horizonte Este del cielo a partir de las 23:30 hs. Y más temprano con el correr de los días.
Este es el planeta gigante
de nuestro sistema solar, con un diámetro más de 10 veces mayor al de la
Tierra. Por tal razón, aparece en el cielo como un astro muy brillante, a pesar
de estar muy lejos. En efecto, la distancia de Júpiter al Sol es unas 5 veces
mayor que la distancia Tierra-Sol.
Las franjas de distintos colores
que muestra Júpiter cuando se lo observa con telescopios potentes son zonas de
nubes que se mueven a diferentes velocidades. Se observan también zonas
circulares u ovaladas que son inmensos torbellinos o huracanes que duran decenas de años. El óvalo más
grande que se ve en la figura, la llamada "Gran mancha roja", tiene
aproximadamente el tamaño de nuestro planeta Tierra y se estima que tiene más
de 300 años de existencia!
Con un buen par de binoculares (y
un buen apoyo!) o con el telescopio descrito en el
capítulo de Proyectos, es posible ver a Júpiter como un pequeño disco, lo que
nos revela que se trata de un planeta (las estrellas aparecen siempre como
puntos). Si nuestro instrumento óptico es suficientemente bueno, veremos
también algunos puntos brillantes alineados con el planeta, sobre una recta:
son cuatro de los satélites naturales o "lunas" de Júpiter, que
fueron observados por Galileo ya en 1610 y que tienen los nombres de Io, Europa, Ganimedes y Calisto. El planeta tiene en
realidad más de 60 satélites conocidos.
Algunos de los satélites más
grandes son realmente fascinantes, como lo revelan las sondas espaciales que
fueron enviadas "de visita" y que tomaron fotografías e hicieron
diversas mediciones. Así, por ejemplo, Io tiene
volcanes en constante actividad que cambian constantemente su superficie,
manchada de tonos rojizos por los compuestos de azufre. Europa, por su parte,
aparece cubierto por una gruesa capa de hielo surcada en toda la superficie por
enormes grietas (habrá agua líquida debajo del hielo?
existirá algún tipo de vida en ese mar helado?).
El brillante Venus aparecerá sobre el horizonte Noreste
del cielo poco antes de la salida del Sol, aproximadamente a las 6:30 hs. Con el correr de los días se irá acercando al Sol.
Su gran brillo es debido a que
este planeta está cubierto totalmente de nubes, que reflejan muy efectivamente
la luz del Sol. Esas nubes, principalmente de ácido sulfúrico (el mismo ácido
que tienen las baterías de los autos...), y la atmósfera de anhidrido
carbónico (el mismo gas de la soda, de las demás bebidas gaseosas, etc.), hacen
que el calor suministrado por el Sol no pueda escapar fácilmente. La
consecuencia es que la temperatura en la superficie de Venus es de unos 450
grados centigrados! Y la presión atmosférica es 90
veces más grande que la de nuestro planeta!!
Realmente, no dan muchas ganas de ir a visitarlo...
Ese efecto de recalentamiento
debido a ciertos gases componentes de la atmósfera es lo que se denomina efecto
invernadero. En la Tierra también existe y hace que la temperatura media
sea de unos cómodos 15 grados. Pero aparentemente esa temperatura está
comenzando a aumentar debido a la inmensa cantidad de anhidrido
carbónico que se produce al quemar los bosques, el petróleo, el gas natural,
etc. Es indudable que la Humanidad tendrá que limitar de alguna manera la
producción de anhidrido carbónico, cuidar más los
bosques y selvas (que absorben ese gas!) y desarrollar fuentes más limpias de
energía (aprender a usar la energía del Sol, de los vientos, de las mareas...),
porque si sigue aumentando la temperatura, nos vamos a ver en serias
dificultades. Piensen lo que ocurre en Venus!
Marte , con su color rojizo, aparecerá sobre
el horizonte Este del cielo aproximadamente a las 2:30 hs.
Con el correr de los días se irá desplazando hacia el Noreste.
A diferencia de Venus, la
superficie de Marte puede verse con claridad utilizando telescopios, a menos
que se produzca una de las enormes tormentas de polvo que suelen ocultar gran
parte de la superficie. La atmósfera de este planeta es muy tenue, así que
prácticamente no hay efecto invernadero y la temperatura media es muy baja: 55
grados bajo cero! De manera que los astronautas que
alguna vez desciendan en Marte no deberán olvidarse ni la escafandra ni el
pullover grueso...
Durante el mes de agosto de 2003
se ha producido uno de los periódicos acercamientos de Marte a la Tierra (que
ocurren cada dos años), pero esta vez fué excepcional.
La NASA aprovechó la oportunidad para lanzar dos nuevas sondas, llamadas Spirit y Opportunity, que
colocaron sendos vehículos de exploración en la superficie marciana. En las
figuras puede verse uno de esos vehículos, así como una fotografía de la
superficie del planeta.
En mayo de 2008 descendió la
sonda Phoenix de la NASA en las planicies del polo norte marciano, con el
objetivo de realizar análisis químicos del suelo y detectar la posible
presencia de agua. El descubrimiento de hielo a pocos centímetros de
profundidad fué el primer y sensacional logro de esta
misión.
El 6 de agosto de 2012 llegó el
vehículo de exploración Curiosity a la superficie
marciana. Esta sonda robótica está provista de varios instrumentos que permiten
realizar estudios del clima y la geología de Marte, destinados a determinar si
existen las condiciones necesarias para el desarrollo de la vida (en el pasado
o en el futuro) en el "planeta rojo".
Encontraremos más información
sobre esta y otras misiones espaciales en www.jpl.nasa.gov/
Este
"planeta rojo" tiene dos satélites naturales: Phobos
y Deimos, y por ahora, tres artificiales: el Global
Surveyor, que está fotografiando la superficie
marciana, el Mars Odyssey,
que realiza observaciones sobre el clima, la geología y la posible presencia
de agua y el Mars Reconnaissance
Orbiter, orientado a la búsqueda de agua en el
planeta. |
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Podemos aprender muchas cosas
sobre nuestro sistema solar en el sitio planetscapes.com/, con versiones en varios idiomas,
incluyendo al nuestro, y con muchas y muy buenas imágenes.
Las
constelaciones. (se dan los nombres comunes y, entre paréntesis, el nombre
oficial)
Orión (Orion) Visible solo antes de la salida del Sol, en el Noreste del
cielo.
Esta constelación o grupo de estrellas es fácilmente visible en las
noches de verano. El nombre le fue dado por los antiguos, quienes creían ver
allí la imagen idealizada de un guerrero y cazador de la mitología griega.
Como se ve en el gráfico, la constelación
está demarcada por cuatro estrellas bien notables (en los vértices de un
rectángulo deformado) mientras que en la parte central se observan tres
estrellas alineadas, que nuestras abuelas llamaban "Las tres Marías"
y que los antiguos identificaban con el cinturón de Orión. Hacia el sur del
cinturón se ven lo que aparentan ser otras tres estrellas alineadas pero más
débiles (la espada de Orión). En realidad hay más de tres estrellas en esa
región y lo que aparece como el cuerpo central es la magnífica nebulosa de
Orión (figura). Aquellos que tengan acceso a un par de binoculares o a un
telescopio, podrán distinguir claramente dicha nebulosa, que es una inmensa acumulación de gas
interestelar en la que se encuentran nuevas estrellas en proceso de formación.
Dos de las estrellas que forman
el rectángulo que mencionamos antes son muy notables. Una es Betelgeuse
("El brazo del gigante"), que se ve claramente de color rojizo. Esta
es una de las estrellas que los astrónomos llaman gigantes rojas, con
temperaturas externas relativamente bajas (en este caso apenas unos 3.000
grados...) y con diámetros inmensos (entre 500 y 900 veces el de nuestro Sol!). Del otro lado del rectángulo (en diagonal) vemos a Rigel
("La pierna izquierda del gigante"), una estrella muy brillante y de
color blanco-azulado, lo que indica que su temperatura es muy elevada (unos
12.000oC).
Estas estrellas están indicadas
en los mapas del cielo con las letras a o alfa (Betelgeuse) y b o
beta (Rigel), por ser las más brillantes de la constelación. Las que le siguen
en brillo son designadas con las letras siguientes del alfabeto griego: g o gamma, d o delta, e o epsilon,
etc.
Sirio. Es esa estrella muy brillante que vemos
al sudeste de la constelación de Orion (ver Figura).
En realidad, es la estrella más brillante del cielo, siendo 23 veces más
luminosa que nuestro sol. Su color blanco azulado revela que se trata de una
estrella muy caliente (10.000 grados). Además, es una estrella relativamente
cercana, ya que su luz tarda solamente 8,7 años en llegar a nosotros. En
comparación, la luz del Sol tarda unos 6 minutos en llegar a la Tierra y la de
Betelgeuse, 520 años.
Sirio no está sola
ya que es uno de los numerosos casos de estrellas dobles. Posee una
estrella mucho menos brillante que gira a su alrededor una vez cada 50 años,
pero que resulta muy difícil de ver ya que prácticamente se pierde en el
intenso brillo de la estrella principal.
Procyon (de la constelación del Can Menor o Canis Minor) y el Gran
Triángulo. Visibles juntamente con Orion.
Imaginemos una línea trazada desde Sirio hasta
Betelgeuse, la estrella roja de Orion. Esa línea
sería la base de un gran triángulo equilátero (los tres lados iguales) cuyo tercer vértice es la brillante Procyon, como está indicado en el gráfico. Esta estrella
también está relativamente cerca de nosotros: apenas unos 11 años-luz. Aquí
también, como en el caso de Sirio, tenemos una
estrella doble con una componente muy pequeña y muy densa (más de 125 kg por
centímetro cúbico).
Los gemelos (Gemini).
Solo visible desde el
mes de agosto antes de la salida del Sol, sobre el horizonte Noreste.
En cualquier noche despejada
podemos comprobar que en el gran triángulo recién mencionado la distancia entre
Sirio y Procyon es de un
poco más que una mano extendida, estirando el brazo. A la misma distancia,
desde Procyon hacia el horizonte Norte, encontramos a
Cástor y Pollux, las dos estrellas más brillantes de
la constelación de Los Gemelos. Cástor es una estrella de color blanco
brillante, mientras que Pollux tiene color
amarillento. En la historia hay antiquísimas referencias a estas dos estrellas,
cuyos nombres provienen de leyendas griegas (eran los hijos de Leda y Zeus) y
que aparecen muchas veces en monedas griegas y romanas del 300 AC y en escritos
de esa época.
Tauro (Taurus) Aparece
juntamente con Orion, antes de la salida del Sol.
Siguiendo con la vista la
dirección definida por "Las tres Marías" (de la constelación de
Orión) y a la distancia de una mano abierta, hacia el noroeste, encontraremos un agrupamientos de estrellas (cúmulo) en forma de V
perteneciente a la constelación de Taurus (el Toro): éstas son las Hyades. Ese cúmulo abierto de estrellas está en la cabeza
del toro que los antiguos imaginaban en el cielo estrellado y uno de los ojos
está representado por la estrella rojiza llamada Aldebaran.
Esta estrella, mucho más grande que nuestro Sol, en realidad no pertenece al
grupo de estrellas que se ven en su cercanía sino que está bastante más cerca
de nosotros.
Un poco más hacia el noroeste encontramos un cúmulo más pequeño que tiene una
dimensión aparente de solo 1 grado (el ancho de una uña, manteniendo el brazo
estirado) y en el mismo se pueden distinguir siete estrellas a simple vista.
Estas son las Pléyades, también conocidas popularmente como "Las
Siete Hermanas" o "Los Siete Cabritos". Este es probablemente el
cúmulo de estrellas más famoso del cielo, conocido y reverenciado desde la más
remota antigüedad. Griegos, Persas, Árabes, Chinos, Mayas, Aztecas, Cheyennes...muchos pueblos en todo el mundo han dejado
leyendas o escritos en los que se mencionan a las Pléyades.
Este es un grupo de estrellas que se formó
hace relativamente poco tiempo (solo unos 20 millones de años, de manera que en
la época de los dinosaurios aún no existía...). Son estrellas de gran
luminosidad y con temperaturas muy elevadas, que les confiere un brillo muy
blanco. Los grandes telescopios revelan que aún están rodeadas de nebulosidad,
como si retuvieran restos del "nido de estrellas", de la enorme masa
nebular en la que se formaron. Si disponemos de binoculares o de un telescopio
no debemos dejar de admirar a las Pléyades, que aparecen como un puñado de
diamantes sobre el cielo obscuro.
La Cruz del Sur (Crux).
Privilegio de los que habitamos
el Hemisferio Sur, la hermosa Cruz del Sur puede
hallarse cerca del cénit (el punto más alto del cielo) durante estos meses. Con
el correr de los días, se irá aproximando al horizonte Sur.
En la figura vemos las estrellas
principales de esta constelación, más dos estrellas muy brillantes de la vecina
constelación del Centauro.
La estrella más brillante, que forma el pié de la Cruz (a Crucis), aparece en los telescopios como una estrella doble (son dos
estrellas muy juntas y que se mueven una alrededor de la otra). Uno de los
brazos de la Cruz está señalado por b Crucis, otra estrella muy brillante. Tanto a como b son
estrellas muy blancas, con enormes temperaturas y están entre las más
brillantes del cielo (son mucho más brillantes que nuestro Sol). Cerca de la
Cruz aparece una zona casi desprovista de estrellas, a la que los antiguos
marinos dieran el nombre de Saco de Carbón (ver la Figura). Ocurre que en esa
zona existe una enorme nube de gas y polvo interestelar que tapa a las
estrellas que están detrás. El Saco de Carbón se ve bien en una noche
despejada, particularmente lejos de las ciudades.
Durante la noche la Cruz va
moviéndose en el cielo, girando (juntamente con las otras constelaciones)
alrededor del polo Sur celeste, que es el punto imaginario donde el eje de la
Tierra se proyecta sobre el cielo. Ese punto se encuentra aproximadamente en la
dirección del brazo mayor de la Cruz (yendo de la estrella menos brillante
hacia la más brillante) y a unas 4 1/2 veces la longitud de ese brazo. Y si
miramos sobre la misma línea recta pero hacia el otro lado, a unas 6 veces la
longitud del brazo mayor de la Cruz encontraremos la constelación del Cuervo
(Corvus), formada por un conjunto de estrellas no
muy brillantes que los antiguos imaginaban como un ave en vuelo.
Centauro (Centaurus).
En la figura anterior aparecen
las dos estrellas más brillantes de esta constelación. La más importante es a Centauri que es la tercera más brillante del cielo
y que los antiguos llamaban Rigel Kent. Esta es una estrella triple; las dos
componentes principales giran una alrededor de la otra y les lleva 80 años dar
una vuelta completa.
Pero lo más interesante de esta
estrella es ser la más cercana a nosotros. La luz tarda apenas 4 y 1/3 años en
hacer el viaje desde allá; en otras palabras, están a 4 y 1/3 años-luz (las
estrellas de la Cruz del Sur, por comparación, están a 400 o 500 años-luz!). Y si alguien quiere calcular la distancia en km,
recordar que la velocidad de la luz es de unos 300.000 km por cada segundo.
La otra estrella es Hadar o b Centauri. Aunque parece estar cerca de a, su distancia a nosotros es de 490
años-luz. Y se la ve tan brillante a pesar de la distancia porque es unas
10.000 veces más luminosa que nuestro Sol. Esta es también una estrella doble,
pero la compañera es más débil y difícil de ver.
Pero antes de seguir con las
constelaciones, digamos algo acerca de La Vía Láctea.
En las noches despejadas y especialmente en el campo, lejos de las luces de las
ciudades, se puede apreciar la Vía Láctea como una inmensa acumulación de
estrellas que marcan una especie de camino blanco en el cielo (de allí la
denominación de Vía Láctea). Se la puede ver en todo su esplendor entre la Cruz
del Sur y la estrella Sirio (ver más arriba).
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En
realidad, lo que estamos viendo es a nuestra galaxia vista "de
canto". Las galaxias son como islas formadas por una cantidad enorme de
estrellas y aisladas entre sí en la inmensidad del Universo. Nuestra galaxia
tiene unos 100.000 millones de estrellas, una de las cuales es nuestro Sol.
Esas estrellas están formando una especie de disco aplastado, como el que se
ve en la figura, que gira lentamente. |
Andrómeda, una galaxia |
El Escorpión (Scorpius). Esta constelación será claramente visible, ya cerca del
cénit, desde las primeras horas de la noche.
Esta es una de las más notables
constelaciones que se ven al anochecer en otoño e invierno (para nuestro
Hemisferio) y ya era reconocida por ese nombre en las antiguas civilizaciones
egipcia, persa, griega, romana, etc. En la Figura, que puede servirnos para
ubicarla en el cielo, se nota claramente la forma que recuerda a un escorpión.
La estrella más brillante (a Scorpii) es conocida
desde la antigüedad como Antares y también como el Corazón del Escorpión. Es una estrella que los astrónomos llaman gigante
roja, siendo unas 700 veces más grande que nuestro Sol. Pero su temperatura
es bastante menor que la del Sol y eso se nota en su color rojizo, claramente
visible a simple vista.
Curiosamente, Antares es una
estrella doble y su compañera es de color verde, aunque es tan pequeña y
cercana a la estrella principal que se pierde en el enorme brillo de esta y
entonces es difícil de observar aún con un buen telescopio.
La estrella que está en el otro
extremo de la constelación, en la cola del escorpión, se llama Shaula. Este nombre aparentemente es de origen árabe y
significaría, muy apropiadamente, El Aguijón.
Sagitario (Sagittarius)
Encontramos esta constelación
detrás de Escorpio, como se ve en la figura. El nombre significa Arquero, ya que
los antiguos creían ver en este conjunto de estrellas a un guerrero tensando su
arco y listo para disparar su flecha (para matar al cercano Escorpión?). En cambio los norteamericanos han visualizado a las
estrellas más brillantes como formando una tetera, que en la figura se ve
invertida. Esta constelación se encuentra sobre la Vía Láctea y marca
aproximadamente la dirección en la que se encuentra el centro de la Galaxia,
donde la cantidad de estrellas debe ser mayor.
En esta zona del cielo se encuentran numerosas nebulosas y cúmulos globulares, algunos de los cuales están indicados con círculos de puntos en la figura de arriba. Las nebulosas son inmensas acumulaciones de gases y polvo interestelar, y en algunas de ellas se observa la formación de nuevas estrellas. Los cúmulos globulares, en cambio, son acumulaciones de cientos de miles o aún millones de estrellas que tienen la forma de un globo, como se ve en la figura de la derecha. Imaginemos a los habitantes de un planeta de alguna de esas estrellas. Quizás tendrían un día continuo, permanentemente iluminado por tantos soles relativamente cercanos. |
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Omega
Centauri es quizás el cúmulo globular más
espectacular que puede verse sin demasiada dificultad. Está formado por más
de un millón de estrellas y a unos 17000 años luz. Para encontrarlo en el
cielo busquemos la Cruz del Sur y las dos estrellas muy brillantes que la
acompañan, que son Alfa y Beta Centauri, como se
dijo antes en este capítulo. Veremos que desde Beta podemos trazar una línea
imaginaria hacia otra estrella un poco menos brillante pero bien visible,
como se ve en la figura. Casi a 90 grados veremos otras dos estrellas a un
costado de la Cruz del Sur, no muy brillantes pero claramente visibles, entre
las cuales también trazamos una línea imaginaria. En la cercanía del lugar donde
se cortan esas dos líneas vamos a encontrar el cúmulo globular que estamos
buscando, con ayuda de unos binoculares si estamos en la ciudad, con luces a
nuestro alrededor. Si estamos en una zona de cielos bien oscuros será posible
observarlo a simple vista como una manchita difusa. Y si tenemos acceso a un
telescopio, entonces sí, podremos apreciarlo en todo su esplendor... |
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La lira (Lyra) Aparece sobre el horizonte Noreste del cielo y con el correr
de los días se irá corriendo hacia el Norte. Será visible solo durante las
primeras horas de la noche.
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Esta es una constelación típica del verano en el hemisferio Norte y por tal razón desde Argentina aparece siempre cerca del horizonte Norte. En realidad, a simple vista solo se observa Vega, la estrella más brillante que se ve en la figura, sobre ese horizonte. Vega es una estrella blanco azulada porque su temperatura en la superficie es muy grande, unos 9000 grados, o sea algo así como el doble de la temperatura de nuestro Sol. Y además es una estrella vecina, ya que está apenas a unos 27 años luz. Es interesante mencionar que en la novela "Contacto", de Carl Sagan (y en la versión cinematográfica del mismo nombre), Vega es el lugar donde habita una civilización mucho más avanzada que la nuestra y que se hace conocer por ondas de radio que captan los radiotelescopios. |
Pero volviendo a la realidad, digamos que
en la constelación de la Lira se encuentra la Nebulosa del Anillo (figura), una
de las llamadas nebulosas planetarias, que son el resultado de nada menos que
la explosión de una estrella. Esas estrellas son las llamadas supernovas,
que al explotar emiten una cantidad increíble de energía y expulsan enormes
cantidades de materia, que se va alejando del resto de la estrella y forma una
inmensa bola a su alrededor, como se ve en la figura.
La Luna, nuestro satélite
natural, muestra distintas fases según como sea la ubicación del observador
(nosotros) con respecto a la ubicación del Sol. Pero para saber en qué fase
está la Luna, no necesitamos salir al patio ni quedarnos con la duda si está nublado.
Es posible recurrir a un pequeño programita para Windows 95 o 98 llamado moont32.zip,
que podemos bajar aquí (está
también ofrecido, juntamente con muchos otros programas, en www.fourmilab.ch;
este utilitario nos indicará gráficamente las fases lunares, además de
suministrar otros datos como la distancia Luna-Tierra, etc. Aunque presenta un
pequeño problema: muestra las fases según se ven desde el Hemisferio Norte, que
sería como la imagen en un espejo de lo que vemos en el Hemisferio Sur. Cuando
la Luna está en cuarto Creciente, nosotros la vemos como una C;
cuando está en cuarto menguante o Decreciente, la vemos como una D.
Pero en el otro Hemisferio las letras están intercambiadas...
* Si tenemos acceso a un telescopio o a un par de
binoculares, no debemos dejar de observar la Luna. Veremos un fantástico
panorama de montañas, cráteres y valles, de un mundo completamente seco y sin
atmósfera. Existen enormes regiones obscuras que se denominan mares,
aunque no tienen agua sino que son quizás zonas que una vez (hace miles de
millones de años) quedaron cubiertas por lava de los volcanes que alguna vez
estuvieron activos. Y existen además muchísimos cráteres que han tenido su
origen en aquellos lejanos tiempos, cuando el sistema solar era joven y la Luna
(y también los planetas) era bombardeada por grandes restos de material que
deambulaban por el espacio. En la figura se han indicado los nombres de algunos
"mares" y cráteres que se observan fácilmente. La primer fotografía
corresponde a la luna llena mientras que la segunda nos muestra a la Luna cerca
del cuarto creciente. En esta última se ve el límite entre las zonas que
reciben la luz del sol y las que aún están en la oscuridad, además de notarse
la sombra que proyectan las altas paredes de los cráteres. En muchos cráteres,
como Copérnico, se nota una serie de rayos brillantes, angostos y de color
claro, que parecen salir del centro; aparentemente, están formados por rocas y
polvo que fueron violentamente expulsados hacia afuera cuando se produjo el
impacto que generó el cráter.
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Cuál es el tamaño de la Luna con
respecto a nuestro planeta Tierra? Si la Tierra
tuviese 1 m de diámetro, la Luna tendría 27 cm de diámetro. En otros términos,
el diámetro de la Luna (3480 km) es un poco menor que la longitud del
territorio de la República Argentina.
Recuerdos de un satélite.
El 4 de octubre de 1957 el mundo
se enteró asombrado de la existencia de otro satélite que giraba en torno a
nuestro planeta, además de la Luna. Se trataba del Sputnik
1, el primer satélite fabricado por el hombre, que los rusos habían logrado
poner en órbita aventajando así a los norteamericanos. A partir de ese momento
comenzó una carrera desaforada cuyos principales protagonistas fueron
naturalmente los rusos y los norteamericanos, para conquistar el espacio, esa última
frontera... Hoy los vemos, afortunadamente, como socios en esa magna empresa
juntamente con otros países, colaborando todos en la construcción de la ISS (International Space Station o Estación Espacial Internacional).
Como homenaje a aquel primer y espectacular
logro, los rusos han celebrado el 40º aniversario del Sputnik
1 poniendo en órbita una reproducción del primitivo satélite, a la que llamaron
Sputnik 40. Igual que el original, este satélite hizo
conocer su presencia en el espacio transmitiendo un "beep,
beep" en la frecuencia de 145,82 MHz. Esa
transmisión, captada por un astrónomo aficionado de E.U.A.
(Dr.D.Ireland, www.drdale.com),
puede oirse bajando el archivo sputnik.wav
Satelites artificiales a simple vista...
Entre la multitud de satélites que rondan
nuestro planeta, hay uno que por su gran tamaño es fácilmente visible cuando
pasa sobre nosotros. Se trata de la Estación Espacial Internacional ISS (International Space Station), que están construyendo principalmente
norteamericanos, rusos y europeos.
Para saber qué día, a qué hora y
desde qué dirección se ve pasar a la Estación Espacial en el cielo, conectarse
al sitio heavens-above.com
y registrarse ("Register") como usuario.
Una vez registrado, se podrá acceder libremente a todos los servicios del
sitio. Pero antes habrá que indicar desde donde se está observando el cielo
haciendo clic en "Switch observing
sites" y eligiendo la ciudad en la lista que se
ofrece. Luego, bajo el subtítulo "Satellites"
se puede elegir el satélite que queremos ver (en nuestro caso será ISS) y aparecerá una lista de las horas y direcciones del
cielo en las que podremos ver la ISS como una
estrella brillante que se desplaza rápidamente hasta desaparecer. Y si vamos al
subtítulo "Astronomy", tendremos la
oportunidad de obtener un mapa del cielo ("Whole
sky chart") o del sistema solar, con las
posiciones de los planetas ("Solar system
chart"), que se puede guardar para luego imprimir.
Para ver la ISS
también se puede recurrir al sitio esa.heavens-above.com/esa/iss_step1_1.asp#A
, de la Agencia Espacial Europea. Al entrar al sitio se debe elegir el país, luego
la ciudad, y al hacer click sobre el nombre de la
ciudad aparecerá una tabla con información sobre los días, la hora, la
dirección (puntos cardinales) y la magnitud conque
podrá verse la ISS. En realidad aparece la hora a la
que comienza a verse el satélite, la hora a la que alcanza la máxima altura en
el cielo y la hora a la que deja de verse.
Un ojo
que siempre mira al cielo.
En la Universidad de Illinois, E.U.A., tuvieron una idea original y muy interesante:
instalaron en el techo de un edificio una cámara astronómica automática que
toma una fotografía de las estrellas cada 15 minutos. Esas fotos van a parar
inmediatamente a la página www.astro.uiuc.edu/stardial
(o la equivalente stardial.com) y están disponibles
para quien quiera verlas.
Uno de los fenómenos que esta
cámara registra es la presencia de las llamadas estrellas variables,
cuyo brillo aumenta y disminuye en forma periódica. El período de variación
puede ser de algunas horas para ciertas estrellas hasta varios cientos de días
para otras. En la página de la Web que se menciona pueden verse algunos
"video-clips" que muestran a estrellas variables "en
acción".
Cuánto pesaré
cuando llegue a la Luna?
Los objetos (o cuerpos, si les
gusta más) se atraen entre sí. Yo atraigo a la mesa y viceversa. El lápiz atrae
al gato y viceversa. Pero esa fuerza de atracción, que es la llamada atracción
gravitatoria, es muy pequeña si los objetos son pequeños. En cambio la
Tierra, que es más bien grande (posee una masa grande) me atrae con una
fuerza apreciable y por eso estoy sentado firmemente en la silla y no salgo
flotando... (En el capítulo de Proyectos se propone una medición de la aceleración
de la gravedad que es causada, precisamente, por la fuerza con que la
Tierra atrae a los objetos).
Cuando subimos a la balanza de la
farmacia, ese aparato mide la fuerza con la que nos atrae la Tierra, y a ese
valor lo llamamos peso. Así que si trasladamos la balanza a otro cuerpo
celeste (estrella, planeta, satélite, etc.), nuestro peso dependerá de la masa
de ese cuerpo.
Si tenemos la curiosidad de saber
cuánto pesaríamos en los otros planetas de nuestro sistema solar o en algunos
satélites (como la Luna) y aún estrellas (como nuestro Sol), visitemos esta
página de un boletín del Instituto Argentino de Radioastronomía. Nos vamos
a sorprender por algunos valores, tan pequeños o tan grandes, de lo que
pesaríamos en otros lugares. Algunos flacos(as) o gorditos(as) van a considerar
la posibilidad de sacar un pasaje para ir allá...
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